domingo, 25 de marzo de 2012

Barrios Mangore, Agustín, 1885-1944.

Agustín Pío Barrios, también conocido como «Nitsuga Mangoré» (nacido el 5 de mayo de 1885 en San Juan Bautista Misiones, en Paraguay - fallecido el 7 de agosto de 1944 en San Salvador, El Salvador), fue un guitarrista clásico y compositor paraguayo de origen Guaraní.

 
Nació en la ciudad de San Juan Bautista Misiones, en Paraguay. Fue miembro de una numerosa familia con gran interés en la música, prueba de ello es que sus siete hermanos tocaban un instrumento cada uno y formaban la Orquesta Barrios. Su padre fue el argentino Doroteo Barrios, cónsul de su país en Misiones, y su madre Martina Ferreira, profesora (directora) de la escuela de niñas de Villa Florida.


Hasta los 13 años Agustín integró la Orquesta Barrios y un día de 1898 luego de un concierto se acercó Gustavo Sosa Escalada y lo acogió como pupilo y fue introducido formalmente al repertorio de la guitarra clásica. Bajo la influencia de su nuevo guía, Barrios pasó a estudiar las obras más conocidas de los compositores más importantes de guitarra clásica hasta ese momento, como: Francisco Tárrega, José Viñas, Fernando Sor, Dionisio Aguado, Julián Arcas y Joaquín Parga. Sosa Escalada estaba tan impresionado con su nuevo alumno que convenció a los padres del joven Agustín para que lo dejasen mudarse a Asunción para continuar su educación musical y académica en el Colegio Nacional de la Capital, donde tuvo como Instructor a Nicolino Pellegrini, donde además de música, estudió matemáticas, periodismo y literatura.



La catedral.


La Catedral (1921) estaba formada inicialmente por el segundo y el tercer movimiento. El primero, Preludio, añadido en 1938 y subtitulado Saudade, transmite un sentido de quietud con una luminosa melodía sobre acordes arpegiados con ocasionales voicings cerrados y terminada con armónicos. El Andante Religioso inspirado tras oír a Bach interpretado en un órgano de catedral, tiene un ritmo contenido y acordes amanerados que dan un sentido de movimiento de procesión con armonías que evocan tradiciones antiguas. La tercera parte, Allegro Solemne, está inspirada en los bullicios de la gente en las calles fuera de la catedral. Sus hermosos movimientos melódicos de líneas se entrecruzan con cascadas de arpegios con armonías cambiantes. Fuertes figuras temáticas se entremezclan y el movimiento avanza con variaciones originales hasta un perfecto cierre.




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